¿ES EL MOMENTO DE INVERTIR EN TI?

¿Es el momento de invertir en ti?

Desde hace varios meses, vivimos tiempos que, en cierta manera, nos tienen algo noqueados. Con el paso de los meses, nuestra incredulidad va creciendo, ¿cómo es posible? ¿hasta cuando va a durar esto? “no puede ser posible lo que estamos viendo” … y nuestra mente vuela hacia imaginar un futuro donde ya podamos relacionarnos y vivir por lo menos como a principios del año pasado, por febrero aproximadamente.

Si bien, quizás no estamos viendo, o quizás sí, pero nos resistimos, a que nuestras formas de relacionarnos, de vivir, están cambiando y posiblemente estén cambiando para siempre.

El covid ha transformado nuestros contextos familiares, sociales y laborales, ¡y nos ha puesto en “jaque” a muchos, dándonos cuenta de que nuestros recursos y habilidades no están siendo suficientes para este nuevo contexto.

Cada uno de nosotros tenemos habilidades, competencias para el mundo al que nos hemos adaptado, y las hemos desarrollado hasta el nivel que hemos necesitado. El covid ha destapado nuestros niveles de incompetencia para nuestros nuevos contextos, ha dejado a la luz nuestras debilidades, lo que no sabemos hacer, lo que nos cuesta, quizás simplemente porque no hemos necesitado desarrollarlo hasta ahora.

Algunas que observo son: teletrabajar sin morir en el intento; crear nuevas estrategias de negocio; transformar nuestro estilo de liderazgo; diseñar nuevas formas de comunicar; aprender a convivir 24 horas al día con la familia; aprender a mostrar amor y confianza a través de una conversación una mirada, una sonrisa; rebuscar en nuestra innovación para crear juegos y pasatiempos para compartir con la familia y con nosotros solos, aprender a relacionarnos desde la distancia, incluso estando cerca;  aprender a estar presentes sin tocarnos; a confiar en nuestros equipos de trabajo en la distancia; a gestionar nuestro miedo y nuestra incertidumbre frente a lo que se escapa de nuestro control; a no hacer planes a corto plazo y aprender a vivir el día a día; a tomar decisiones de forma más rápida, con más dudas que de forma habitual; a reconocer más mis necesidades y pedirlas; ser más autosuficiente quizás…

Estas habilidades que vemos que necesitamos y que vamos a necesitar, requieren tiempo y espacio para identificarlas, desarrollarlas e integrarlas en nuestro día a día. Algunas son para nosotros solos, para sentirnos mejor, y otras para dar lo mejor de nosotros a nuestras familias, amigos y a nuestros equipos.

¿Qué estás necesitando desarrollar? ¿Qué estás necesitando aprender?

Darnos este tiempo y este espacio para reconocer lo que necesitamos para adaptarnos a este nuevo contexto, hasta niveles óptimos, donde volvamos a estar cómodos, o al menos nos sintamos competentes, es la inversión en cada uno de nosotros, “invertir en mí, para mí, para ti, para nosotros”.

La diferencia entre la inversión y el gasto es que la inversión tiene retorno, mientras el gasto solamente sigue retornando gasto y más gasto. Cuando invierto aprender a comunicarme en la distancia, ¿qué recojo de retorno? ¿Quizás mejores relaciones, más confianza, más apoyo a mis proyectos…? Cuándo invierto en ser más flexible, ¿Qué viene de retorno?

Creo que esta frase está hoy más viva que nunca “Eric Hoffer: «En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe.»

¿En que necesitas invertir para adaptarte a tu nuevo entorno? ¿En qué quieres invertir para vivir a tu forma en este nuevo contexto? ¿Qué necesitas y quieres aprender para el nuevo mundo?